Recuperem la memòria del poeta Ibn al-Abbâr, per tal de donar la visió de tristor i malenconia de la terra treballada, estimada, volguda i a la fi perduda.
Ibn al-Abbâr, poeta i dignatari polític, originari d’Onda. Va estar al servei de Zayyan i va signar les capitulacions de
¡Venid hacia Valencia con vuestros jinetes!
Allá, nuestras gentes han caído en desgracia.
En las mezquitas, ahora iglesias, la llamada a la oración
se ha hecho volteo de campanas. ¡Cuánta pérdida!
¿Cómo revivir el pasado? ¡Sólo son ruinas
los colegios aquellos donde todos recitaban el Corán!
El jardín que con deleite encantaba nuestros ojos,
las arboledas verdeantes, ya se han secado y endurecido.
Los parajes de los alrededores ya no existen,
aquellos que al viandante invitaban a permanecer o pasear.
Un infiel ha venido a borrar tanta belleza;
designado por el destino para traerle perdición,
deshacerla quiere a pedazos, y ni duerme ni reposa.
¡Venid hacia Valencia con vuestros jinetes!
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Para siempre ya adiós a la tierra amada.
Nuestra juventud y los grandes amigos, perdidos,
Todo lo hermoso está ahora deshecho, disperso o lejano.
Sin júbilo ni hogar, vencido y no en paz me siento.
¿Dónde las casas de Valencia? ¿Dónde las voces de sus palomas?
Todo se ha perdido. Se ha perdido el Pont y
S
¿Dónde aquellos prados con ríos y arboledas verdes?
¿Dónde los parajes aromáticos a donde solíamos retirarnos?
¿Dónde el céfiro siempre fresco? ¿Dónde los crepúsculos amables?
¡Ay Valencia! ¿Qué se ha hecho de aquellas mañanas en que el sol jugaba con el mar corriendo por
Nada puede hacerse cuando el destino trae la pérdida...